lunes, noviembre 28, 2005

Esta mañana desperté

Esta mañana desperté y no supe lo que era bañarme con agua caliente, el café no me supo amargo ni el jugo dulce. Esta mañana que desperté el abrigo no me proporcionó calor ni el viento frío me dio. Esta mañana que desperté el sol no me calentó ni la música en mi coche se escuchó, la sonrisa no me nació y la angustia me aferró.
Esta mañana que desperté el cielo se tornó gris, y la lluvia no fue lluvia, la soledad llegó y en mi ático se acomodó; los colores fueron pálidos y las voces simples murmullos.
Esta mañana que desperté los automóviles se pararon, los peatones descansaron y la ciudad entera no me importó;la comida no tuvo sabor ni la televisión su diversión; los libros extraviaron su sentido, las imágenes sus rostros y mi alrededor su cariño.
Esta mañana que desperté me di cuenta de que la vida no es vida sin tí a mi lado.

Dedicado a mi Sandilein Schmid

martes, noviembre 22, 2005

Duele

Me duele no ser la persona capaz de poder sacar lo mejor de tí, pero me duele más que no seas capaz de ver lo que hay en mí.

jueves, noviembre 10, 2005

Consejo

Cuida a las personas que te estiman, las cosas se reponen, pero los sentimientos se esfuman y rara vez vuelve a ser como antes. Dedícales el tiempo que sea necesario, porque cuando quieras reparar el daño podría ser muy tarde. No te alejes de aquellos que te aman porque el amor no regresa; no hay peor cosa que la indiferencia ni las ganas de sacar las relaciones adelante.

martes, noviembre 08, 2005

El que no aspira a una mejor vida se cierra las puertas, el que no hace nada para lograr sus aspiraciones las cierra a quienes ama.

martes, noviembre 01, 2005

Reflejos

Y para qué sentirte adorada
si no intentas quitarte
ese sabor a inquietud
de tus labios?
Paséate por mis sentidos
cruel destino fortuito
la diferencia es tu sonrisa
mientras me lavo en suciedad.
Te alejas inerte de mis latidos,
ya sabías que la noche no existía
mucho menos la ilusión;
abre el pecho,
deja volar el respiro
ardiente sepulcro inverosimil
que da rienda suelta
a mis sombras inclinadas
a mis reflejos inconstantes
a mi forma de ser
a mi forma de adorarte.

Veintiuno

Aceite de nacimiento
que parece haber colmado el vaso
coloca la lluvia en tí
Directo a tí, como si fueras todos
-cuanto más gris menos cueva
menos luz-
Para eso los hongos y larvas
para tí para tu colcha y astrolabio
para que vidries y mieles
y te encojas sin latir
y apretando tu relámpago amarrado
aceptes que la gran mediocridad
viaja desnuda
Para tí, para tus hijos, para que no
les falte lubricante de mandatos
para tí, para que puedas ahogarte
sin violencia
para tí que obstruyes la atarjea
con papeles secos
Antes de salir, has de quemarle
las plumas a tu ira
Pulverízate, revienta
has de estar liso
Ahora sí.

Briseño, Guillermo(2000). Versos para beber. Editorial LunArena. Puebla, México. Págs. 46-47.