lunes, noviembre 17, 2008

Ocaso

¿Es acaso este el último beso que me otorgas?
no es falta de amor o de cariño lo que me aleja,
solo veo que me esmero sin recelo a tus actos,
si no hay deseo, seguramente lo merezco.
Drena de mis venas tu presencia,
desintoxicarme de tu existencia, de tus latidos,
renovar el fuego eterno de la posibilidad
de que yo cambie, de que tú cambies,
de no saberme ajeno ni distante de tus sentidos,
de conocerme querido y extrañado por tus brazos,
sin complejos ni misterios en tu mente.
¿Es acaso este el último suspiro que te inspiro?
No es tu sentido ni manera la que me apaga,
la presencia de la indiferencia a ratos me consume
precede el hecho de tus constantes dudas y rodeos,
si no hay pasión, seguramente lo menosprecio.
Escapa de mi mente, sin esperar regresar,
enalteciendo viejos momentos que un día me hicieron felíz,
felíz de tu existencia, de tus sonrisas y miradas,
cautivo de tus frases, preso de tu cuerpo.
Hoy son las últimas fuerzas que te dedico,
espero que mientras me marcho lejos de tí,
abras los ojos y no sigas esquivando los embates de la vida,
de mi vida que una noche significaste enteramente tú.