martes, diciembre 13, 2005

Camino

Camino disperso entre las multitudes que me aprisionan, respirando con esfuerzo y con la mirada hacia el suelo. Recuerdos bonitos y bondades memorables en tu recuerdo, temerosas de perderse en la indiferencia de tu persona, ahogarse en tu desdeño.
Si era yo, quizá no era yo, anonadado en ilusiones e irrealidades que me acompañan calles atrás, empedrados grises, voces inaudibles. Sollozos infantiles, lamentos empotrados en mis hombros hacen pesado el camino, rostros irreconocibles me observan mientras cruzo la avenida. Cansado, exhausto y sin rumbo fijo, imposible dar un paso más. Caigo sobre la acera y el peso no disminuye, intento levantarme pero todo es en vano, no siento las piernas y los rostros que me rodean se hacen familiares, conocidos. No hubo otro levantamiento, silencio total y un desamor esparcido por la calle.