Él
Él la espera, son las diez,
su mente viaja otra vez,
tiene asuntos que resolver.
Son las doce menos tres
la llama, angustiado,
teme como siempre, por su bien.
Recuerda los besos, abrazos,
promesas sabor a miel,
de nada sirven los ensayos.
Él sólo ansía poder con ella hablar
deseando su pronto arribo,
mañana tendrá nuevamente que tratar.
Sabe que debe de temer,
las palabras, te quiero,
no las volverá a tener.
La espera a las diez, eternamente
bajo aquella luz tenue,
sin saber que el olvido es permanente.
2 Comentarios:
Hay quienes nunca esperan demasiado. Me gustaría creer que el olvido es permanente pero como el tipo del poema, tmp lo sé.
Btw, dale la bienvenida al spam ;)
Pues hay de todo, tampoco creo que el olvido es permanente, pero si puedes foldear a una persona para siempre. Saludos!
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