Punto de partida
Seguí caminando a pesar de saber que no tenía un rumbo fijo. La tormenta eléctrica amenazaba con traer una de aquellas lluvias que no se olvidan. Recordé tus palabras de la noche anterior, en donde no supe si el frío provino del exterior o de adentro de tu ser. Estuve porque quise estar, según tu razonamiento, porque nadie me obligó y en eso estoy de acuerdo contigo. Estuve allí porque habían miles de cosas que quise enseñarte, pláticas para desvelarte, momentos para nunca olvidarte. Pude haber sido para tí el nuevo punto de partida que tanto tu interior desea y simplemente no encuentra, al igual que tú pudiste haber significado lo mismo para mí.
La lluvia finalmente nunca llegó, pero sí el adiós a tu persona. Espero que entiendas que tuviste razón en algo, estuve porque así lo quise; ahora tu estás sola en tu mundo, sola y no sabes por qué, cuando en el fondo es lo que siempre quisiste.
2 Comentarios:
aunque duela hay que tener mucho valor para decir adios...
Definitivamente, hay personas que de plano no valen la pena. Gracias por visitar!
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