Los recuerdos

En el cajón se quedaron tus cartas. Siempre es bueno dejar los recuerdos resguardados para que de vez en cuando puedas sacarlos y saber que el pasado valió la pena. Si los dejas sobre la mesa te atormentarían, y es cosa que no queremos. Están ahí, en una bolsita color café, a la mano en caso de ser necesario, por si se ofreciera. No digo que hay que olvidar, simplemente darle prioridad a los asuntos y menesteres diarios, y aventarse a las nuevas aventuras y experiencias que se vienen encima. Y bienvenidas todas ellas.