viernes, abril 15, 2005

Este texto lo escribí en abril del año pasado como colaboración para el blog de mi amiga Angélica. Por tantas cosas que han pasado en mi vida en los últimos días, no había posteado nada acerca de Kurt. Posteo esto en tributo a su trágico fallecimiento hace 11 años.




KDC



Escrito el Lunes 12 de abril del 2004. a las 00:20 hrs.

[Existen días en nuestras vidas que nos marcan, sucesos que dividen la existencia en un antes y un después. Ese día llegó para mí un viernes 8 de abril de 1994; llegué a casa después de la escuela, y como era costumbre, prendía el televisor mientras la comida se preparaba. Lágrimas no pude contener al escuchar las noticias en Mtv de aquella trágica noticia: Kurt D. Cobain había sido encontrado muerto por un disparo de escopeta en la cabeza días atrás. Esa misma tarde comenzaron a poner los videos de la banda, conciertos y diferentes entrevistas para conmemorarlo; se había apagado una luz dentro de mí y seguro que dentro de muchos otros más.
Describir cómo y de qué maneras me afectó su suicidio es realmente complicado. Siempre es difícil digerir el hecho de que cuentas con algo que es importante para ti y que de un momento a otro se esfuma en el viento, dejando un gran vacío por dentro, un vacío que después de diez años sigue sintiéndose exactamente igual.
Mucha gente me ha preguntado el por qué admiro a una persona tan afectada como lo fue él y honestamente no tengo una respuesta concreta. Supongo que en primera porque fue zurdo al igual que lo soy yo. Admiro mucho que haya alcanzado tanto en tan poco tiempo siendo él mismo. No me importa saber si pertenezco a lo que en Estados Unidos se le llama la “Generación X”, lo que sí es fundamental para mí fue que me sentí identificado con Kurt y supe, por más estúpido que suene, que no estaba solo, y que allá afuera no todo era perfecto y grandioso como me lo querían hacer ver. Otro punto es que desde pequeño tuvo problemas de conducta al igual que yo, desde niños nos sentimos incomprendidos por los que nos rodeaban y que aparte de todo, nos incomoda el reconocimiento público. Con su música todas mis angustias juveniles se vieron sosegadas; el escuchar aquellas letras aunadas con ásperas y reales sintonías era como darle vida propia a mis rencores, odios y tristezas, dejarlos escapar y expresarse todos al mismo tiempo. Podría citar varios ejemplos más, pero lo importante por decir aquí es que no tengo ninguna razón negativa para dejar de admirarlo, ¿cómo dejar de admirar su música si significa tanto para mí?
Yo no soy nadie para aseverar que Kurt Cobain fue en mi generación lo que Lennon para otra, como tampoco puedo mitificarlo como un profeta o calificarlo como un mártir. Siempre me gustó su música, aunque nunca opté por vestirme con camisas de franelas y jeans rotos, ¿cómo formar parte de algo que a él le desagradaba? Sólo soy un fan y admirador como los miles que existen. Durante más de dos años consecutivos Nirvana fue lo único que escuché, todos y cada uno de eso días y nunca me cansé, como tampoco me harta en la actualidad. Hoy por hoy su música continúa siendo mi ánimo para mis tristezas y depresiones.
Hace siete días que se cumplieron diez años de su ausencia: diez años de poder seguir siendo Smells y no ser otra persona, diez años de legacía musical, diez años de bajones controlados, diez años que parecieron nunca transcurrir.
Sólo me resta agradecerle el hecho de que haya vivido en mi generación, de darme cuenta que la grandeza proviene de la sencillez en todos aspectos y que me haya enseñado que por más dolor que sienta hay siempre solución, y que es mejor quemarse que desvanecerse.
He caminado en la vida diez años desde que ya no estás con nosotros, el vacío sigue siendo el mismo, quizá un poco más, siempre estarás en mi altar.]

“There is nothing I could say that I haven´t thought before” Kurt Cobain


I.Arciniega

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